FAUSTO COPPI |
Fausto Coppi es el indiscutible numero uno mundial, esta en la cima de su carrera, y cuenta sus participaciones en las citas importantes con victorias.
Llega la París-Roubaix de 1950 y todo el mundo cuenta con el, máxime cuando tiene pendiente saldar cuentas con Van Steenbergen desde la flecha Valona del año anterior donde declaró al terminar " si no lo hubieran remolcado los coches no me alcanza en la entrada de Lieja".
En la salida Fausto, desafiante dijo " A ver si hay suerte y se hace una carrera dura, si no llegamos 40 al sprint y vuelva a ganar Van Steenbergen, y mis compatriotas me criticaran porque nunca estan satisfechos".
Se atreve a anunciar, cosa poco habitual, que si hay suficiente dureza atacará en la cuesta de Doullens, allí dejaré de rodar en pelotón. La lluvia caé sin piedad y el viento los azota camino de Amiens, como queria Coppi, que así tiene a los belgas como maximos rivales, Carrea, Crippa y Conte lo protegen cerca de la cabeza, en un segundo una fuerte rafaga de viento derrumba al pelotón como a un castillo de naipes. Kubler amenaza a Gaudín cuando malherido en un codo prosigue su marcha, Roger Piel corre peor suerte y pierde el conocimiento, Coppi se salva de milagro del percance y al renaudar la marcha le dice a su fiel Milano que lo remonte a primera linea. Están cerca de la cuesta de Doullens y Coppi, fiel a su plan se dispone a maniobrar corona en primera posición seguido de Magni y de André Mahé, el pelotón está completamente roto. El gigantesco Oreste Conte sorprende a propios y extraños al alcanzar la cabeza al poco de coronar, un hombre tan limitado para las subidas, desencajado por un esfuerzo superior a sus posibilidades pronto se sabe a que se debe, lleva los bolsillos del maillot repletos de tartaletas de arroz, sandwichs de miel y plátanos que pronto se los pasa al jefe, algo gordo se avecina. Y tanto que se preparaba al paso por el avituallamiento el grupo como es norma se ralentiza con todo el mundo pendiente a su bolsa de comida, pero por la izquierda de la calzada, rozando a los espectadores arranca como una exhalación con los bolsillos cargados de comida, Magni se percata y lanza la voz de alarma y tras el arrancan Van Steenbergen, Louison Bobet y Charles Coste. Los coches intentan pasar pero el director conocedor de la polémica de la Flecha-Balona no se lo permite, Coppi en solo cinco kms alcanza a Sciardis y Diot que estaban escapados desde antes del avituallamiento, Sciardis no aguanta ni cien metros y Coppi se queda con Diot " si tu pasas a los relevos llegamos juntos y nos la jugamos al sprint", este acepta pero siendo compañero de Van Steenbergen en el momento que abren diferencia y puede llegar el coche el director le ordena que no de ni un solo relevo mas. Fausto enfurecido se cruza al otro lado para dejar cara al viento a Diot y lanza un terrible ataque al que es capaz de respondr un Diot en estado de gracia, otro y otro mas hasta que el francés cede, quedan 45 kms y se está a punto de ver una de las mas grandes exhibiciones de la historia del
MAURICE DIOT |
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