lunes, 4 de marzo de 2024

BANDOLEROS BIEN MERECE UNA RETIRADA



BANDOLEROS BIEN VALE UNA RETIRADA
El dolor físico, ese que se puede medir, no duele, al menos no tanto como el otro, el de la mente, el del corazón, en estos días pudimos ver el estremecedor video de Maria Vicente en el punto culminante de su carrera, a punto de ganar una medalla en un mundial, apenas cinco pasos para impulsar el salto y cae abatida sobre la colchoneta, llorando, gritando una y otra vez, ¡por favor no! ¡por favor no! rotura completa del tendón de aquiles, eso tiene que doler y mucho, pero estén seguros, el grito, el ruego de  por favor no, salía de mucho más allá de ese tendón, provenía del fondo de su alma, de allí donde almacenaba una vida de esfuerzo y sacrificios  para lograr estar allí en ese momento, donde quería y en el estado de forma anhelado, sus primeras declaraciones " volveré más fuerte".
Salvando las enormes distancias, y pidiendole disculpas por lo desproporcionado de la comparación, el viernes, como tantos viernes de primeros de marzo estuve en la salida de Cien Millas Sierras del Bandolero, ilusionado, seguro, ambicioso en lo deportivo pero con el claro objetivo de DISFRUTAR, amigos, tantas caras conocidas, tantos a los que saludar, tal vez solo un hasta luego, pero que supone un extra de energía, máxime cuando ahora nos separan tantos kms, primeros compases, las últimas semanas con unas buenas sensaciones que no recuerdo haberlas tenido anteriormente, disfruto, me repito que estoy donde y como quiero estar, conjunción esta no siempre fácil de conseguir, todo fluye...... hasta que en el km 20 aproximadamente un tropezón, un giro brusco de la pierna me la deja bloqueada, respira, espera unos minutos, estira, anda, pasan esos minutos y va llegando la resignación, la evidencia que no quería aceptar, será imposible continuar, ya me da igual el tiempo, el puesto, si me dicen que termino en 40 horas y no se agravaria el daño hubiese aceptado el trato, pero me temo que eso no hubiese sido así, me duele pensar que no acompañaré a ratos a alguien, que no conoceré a otros con los que tendré una conversación cuasi transcendente habiéndolos conocido media hora antes, ensimismado en esos pensamientos, apenas ando, más bien voy penando, como en el caso de María Vicente el dolor no es físico, en esas me alcanza Luciano que se veía con los mismos fantasmas, vaya cuadro,vaya par, que fácil es todo el camino para llegar a la salida comparado con lo difícil que es arrancarte el dorsal, maldije mi suerte en bandoleros, que en ese aspecto me da más penas que alegrías, como puse en redes, esta prueba no me quiere como yo a ella, pero cosas del amor, dos días después pienso en cuando saldrán las inscripciones para el año que viene, me llena el alma solo de pensar en la posibilidad de estar en la línea de salida, como relataba antes, de ver amigos, de recorrer mis Sierras y después de un viaje siempre apasionante y nuevo, cruzar la meta. Se que aunque lo esté pasando mal estos días, negarlo sería mentir, estaré mucho peor meses antes de la prueba sabiendo que si no me apunto, yo solo me estaré robando la posibilidad de vivir la aventura un año más, así que aunque sea una desagracedida conmigo, larga vida a Cien Millas Sierras del Bandolero. María tendrá su medalla. 
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