viernes, 22 de noviembre de 2013

LAS DOCE DE...........JOSE MARIA RUIZ DIAZ



Turno para el amigo Chema, cual espartano.............. veterano de mil batallas................ 
NOMBRE: JOSÉ MARÍA RUÍZ DÍAZ
EDAD: 38 (AUNQUE APARENTO 37)
DEPORTE: ATLETISMO

 
1.- ¿CÓMO Y CUANDO EMPEZASTE A PRACTICAR?
REALMENTE, DESDE QUE TENGO USO DE RAZÓN HE PRACTICADO DEPORTE. MI PADRE, TAMBIÉN GRAN AFICIONADO, ME INCULCÓ DESDE MUY PEQUEÑO LAS VIRTUDES Y BENEFICIOS DE MANTENERSE EN FORMA MEDIANTE LA PRÁCTICA HABITUAL DEPORTIVA Y AL MISMO TIEMPO ME HIZO EL GRAN FAVOR DE NO ENCASILLARME EN UN SOLO DEPORTE. POR ELLO, ENTRE LOS 6 Y LOS 17 AÑOS ESTUVE COMPITIENDO EN CIRCUITOS PROVINCIALES DE NATACIÓN (MELILLA Y MÁLAGA), JUGANDO A BALONCESTO EN LIGAS LOCALES (CON EL C.B. ESTEPONA) Y PRACTICANDO ATLETISMO (TAMBIÉN CON EL C.A. DE ESTEPONA).
 
2.- ¿QUE TIEMPO SEMANAL DECICAS?
EN ESTE ASPECTO ME SIENTO MUY AFORTUNADO, YA QUE POR MI PROFESIÓN, MILITAR DE CARRERA, TENGO EL “DERECHO Y EL DEBER” DE MANTENERME EN FORMA, POR LO QUE, DIARIAMENTE DISPONGO DE 2 HORAS DENTRO DE MI JORNADA LABORAL, DE LUNES A VIERNES, PARA REALIZAR MIS ENTRENAMIENTOS. SI A ESO LE SUMAMOS LOS ENTRENOS DE FIN DE SEMANA, SE PUEDE DECIR QUE, DE MEDIA, SUELO INVERTIR UNAS 12 HORAS SEMANALES.
 
3.- ¿QUÉ CONSEJO DAS PARA QUIÉN EMPIECE A PRACTICAR?
PUES LE RECOMENDARÍA QUE EN UN PRINCIPIO, SE FIJARA OBJETIVOS REALES, SIN PRISAS. QUE EN EL CAMINO HACIA ESOS OBJETIVOS DISFRUTARA Y APRENDIERA DE CADA METRO RECORRIDO, DE CADA ZANCADA DADA, DE CADA PULSACIÓN SENTIDA MIENTRAS PRACTICA DEPORTE Y QUE DESDE EL "MINUTO UNO" ASENTARA LAS BASES DE LO QUE PARA MÍ SON TRES PILARES FUNDAMENTALES: “AUTODISCIPLINA, ILUSIÓN Y PACIENCIA”. CON ESTO Y ALGO DE TIEMPO, CUALQUIER RETO QUE SE PROPONGA, SEGURO QUE LO CONSIGUE.
 
4.- MEJOR MOMENTO DEPORTIVO
EL AÑO 2009 FUE MUY BUEN AÑO PARA MÍ. ENTRENÉ MUCHO Y BIEN, SIN LESIONES NI MOLESTIAS QUE ME IMPIDERAN TRABAJAR ADECUADAMENTE Y COMO RESULTADO, A FINAL DE AÑO CONSEGUÍ MI MEJOR MARCA PERSONAL HASTA LA FECHA EN MEDIO MARATÓN, 1H 30M 48SG.
 
5.- PEOR MOMENTO DEPORTIVO
MI PEOR MOMENTO DEPORTIVO FUE CUANDO ME VÍ FORZADO A PARAR 4 MESES POR UNA LESIÓN EN LA ESPALDA: MI QUERIDA “HERNIA DISCAL L5-S1”. POR SUERTE, HOY POR HOY, HEMOS APRENDIDO A LLEVARNOS BIEN, AUNQUE DE VEZ EN CUANDO ME RECUERDA QUE SIGUE AHÍ.
 
6.- UN/A DEPORTISTA AL QUE ADMIRES
EN REALIDAD SON DOS, VALERIANO Y FRANCISCO ALARCÓN RAMOS. PIENSO QUE SON LA PERSONIFICACIÓN DE LOS VALORES QUE NUETRA SOCIEDAD DEBERÍA TENER, A NIVEL DEPORTIVO (AÚN NO SIENDO PROFESIONALES) Y HUMANO. TIENEN UN GRAN ESPÍRITU DE SUFRIMIENTO Y ABNEGACIÓN, SIEMPRE MUESTRAN UN GRAN RESPETO A LAS PERSONAS Y SOBRE TODO, A LOS QUE LES CONOCEMOS, SIEMPRE NOS CONTAGUIAN CON SU BUEN SENTIDO DEL HUMOR Y SU ESTUPENDO COMPAÑERISMO.
 
7.- ¿QUÉ HACES PARA MOTIVARTE?
EN REALIDAD, NECESITO POCO PARA MOTIVARME, YA QUE, “SIEMPRE ESTOY MOTIVADO”. NO OBSTANTE, ANTES DE LOS ENTRENOS MÁS DUROS ME GUSTA ESCUCHAR MÚSICA “HEAVY METAL”, ESTO ME SUBE EL TONO LO JUSTO PARA COMERME EL ASFALTO.
 
8.- ¿QUÉ HACES CUÁNDO NO PRACTICAS?
PUES ME GUSTA MUCHO TODO LO RELACIONADO CON LA FOTOGRAFÍA. ME GUSTA ENTRETENERME HACIENDO MONTAJES FOTOGRÁFICOS Y DE VIDEO, ME DIVIERTE MUCHO. ADEMÁS, ME GUSTA BASTANTE COCINAR Y TAMBIÉN LE DEDICO TIEMPO, NO SOY EL CHEFF CHICOTE PERO ME DEFIENDO, CREO, BASTANTE BIEN (JEJEJEJE).
 
9.- ¿QUÉ OBJETIVOS FUTUROS TE PLANTEAS?
MI OBJETIVO A CORTO PLAZO ES PARTICIPAR EN EL “IV MARATÓN CIUDAD DE MÁLAGA” QUE SE DISPUTARÁ EL PRÓXIMO DÍA 8 DE DICIEMBRE Y, A SER POSIBLE, ME GUSTARÍA TERMINARLO POR DEBAJO DE LAS 3 HORAS 30 MINUTOS.
 
10.- ¿TU PAREJA TAMBIÉN PRACTICA?
DESGRACIADAMENTE, NO, PERO NO CEJO EN MI EMPEÑO POR “ENGANCHARLA” Y SÉ QUE TARDE O TEMPRANO “CAERÁ”.
 
11.- RESPUESTAS RÁPIDAS.
LIBRO: “CIENFUEGOS” (DE ALBERTO VÁZQUEZ FIGUEROA)
PELÍCULA: “300”
COMIDA: “EL PUCHERO” (Y EN ESPECIAL, LA PRINGÁ CON SUS GARBANCITOS, PATATITAS, ZANAHORIA, SU CARNECITA, TODO REGADO CON UN CHORREÓN DE ACEITE DE OLIVA Y ACOMPAÑADO DE UN BUEN PAN CATETO…YA SÉ QUE ES RESPUESTA RÁPIDA, PERO ES QUE HABLO DEL PUCHERO Y ME PIERDO, JEJEJE).
BEBIDA: “CERVEZA”
ANIMAL DE COMPAÑÍA: LA VERDAD QUE, TRAS MALAS EXPERIENCIAS, PREFERIRÍA NO TENER MASCOTAS, PERO TENGO UN PERRO (BULLDOG FRANCÉS) CON EL QUE LLEVO UNA EXTRAÑA RELACIÓN DE “AMOR-ODIO”.
 
12.- ¿A QUIÉN RECOMIENDAS PARA UNA PRÓXIMA ENTREVISTA?
ME GUSTARÍA QUE SE ENTREVISTARA A UN DEPORTISTA ESPECTACULAR Y MEJOR PERSONA, ALGUIEN QUE HEMOS DESCUBIERTO HACE POCO Y  QUIÉN SABE LO QUE HUBIERA PASADO DE HABERLO DESCUBIERTO ANTES, NO ES OTRO QUE MI AMIGO DANIEL SARRIÓN GARCIA.

lunes, 4 de noviembre de 2013

LA INCREIBLE HISTORIA DE VICENTE BLANCO "EL COJO" Retro ciclismo.

 Buen artículo de Tolo Leal en Libertad Digital.

La increíble historia de Vicente Blanco 'El Cojo', el primer gran ciclista español

Los problemas de alcohol le dejaron prácticamente sin pies. Le llegaron a dar por muerto. Poco después, era campeón de España de ciclismo. Dos veces.

El primer participante español en el Tour de Francia no pudo ni terminar la primera etapa. Abandonó prematuramente. Sin embargo, su historia está cargada de tintes épicos. Porque cinco años antes de aquél día, se había quedado prácticamente sin los dos pies tras dos accidentes laborales. Se quedó literalmente cojo. Pocó después, llegó a ser dado por muerto y enterrado. Y para competir en la ronda gala, se desplazó desde Bilbao hasta París con su propia bicicleta. Entonces, el sentido del primer enunciado cambia radicalmente. El primer participante español en el Tour era un héroe. Vicente Blanco fue el primer gran ciclista español.

Una infancia complicada

Vicente Blanco nació en Deusto en 1884, y bien joven ya comenzó a trabajar para cumplir con las necesidades de su familia. Empezó de marinero, primero en la cocina de un barco, después de palero en las máquinas... recorriendo el mundo y dando lugar a un físico espectacular que más tarde le ayudaría en su carrera deportiva.
En 1904 tuvo que cambiar de trabajo. No sabía que su vida estaba a punto de transformarse por completo. Entró en una fábrica siderúrgica, La Basconia, y su jovialidad, su atrevimiento, y el alcohol, estuvieron a punto de acabar con él. Varias veces. Primero, por una apuesta con sus compañeros que terminó con Vivente cayendo desde una casa en construcción. Increíblemente, no se mató. Poco después, un año aproximadamente, una barra de metal al rojo vivo le entró de abajo a arriba por el talón, dejándole todos los músculos del pie izquierdo destrozados. Y menos de un año más tarde, en los diques de Euskalduna, los engranajes de una máquina le atraparon el pie derecho, haciéndole perder los cinco dedos.
Vicente Blanco ya era cojo. Tenía dos muñones en los pies. Pero eso no le importó para seguir practicando su gran pasión, el ciclismo. Con el dinero de la indemnización por sus accidentes compró una vieja bicicleta oxidada y sin ruedas que reparó como pudo. Y pese a unas primeras carreras desastrosas, no tardó demasiado en ganar su primer premio: 125 pesetas por ser tercero en una carrera en Vitoria.
Aún estaba a punto de vivir otra gran anécdota, con la que terminaría de ganarse a toda su gente. Con el dinero de aquel premio volvió a casa y pudo casarse, desapareciendo por un tiempo de la ciudad con su mujer. Llegó a surgir el rumor de que había muerto tras cortarse con una botella en un día de borrachera. La gente se apenó, pues era una persona querida, hasta que un día de celebración, con toda la gente en las calles, El Cojo apareció en bicicleta tocando con su flauta un popular pasodoble. La gente no daba crédito. Había nacido el ídolo.

Doble campeón de España

Poco después, en 1908, se desplazaba hasta Gijón para disputar el campeonato de España con una bicicleta que le había regalado un vecino. Y ganó a los mejores ciclistas nacionales. Aunque para ello tuvo que tirar de picaresca. A mitad de recorrido los ciclistas debían firmar en el control de paso. Cuatro ciclistas, entre ellos Vicente Blanco, llegaron escapados; y éste fue el primero en firmar, arrancando de inmediato y a toda prisa con la bicicleta. Cuando el siguiente corredor fue a firmar, se encontró con la punta del lápiz rota. Tuvieron que esperar a que el juez de control le sacara punta con una navaja para poder firmar y volver a arrancar, pero para entonces El Cojo ya estaba demasiado lejos.
No obstante, era el mejor, como demostró al año siguiente, cuando volvió a proclamarse campeón de España en Valencia, tras una carrera épica en la que aventajó en más de media hora al segundo clasificado. El Cojo, torpe para andar, volaba sobre su bicicleta, dejando a todo el mundo perplejo. A su vuelta a Bilbao, Vicente Blanco se encontró su propia imagen en la mayoría de escaparates de la ciudad. Su fama no paraba de crecer.

La empresa imposible del Tour

La historia con la gran ronda francesa comenzó después de imponerse con claridad en la Irún-Pamplona-Irún, una prueba de carácter internacional. Entonces, a Vicente Blanco se le metió en la cabeza que podía participar en el Tour de Francia, la gran ronda ciclista, aquella en la que hasta el momento ningún español se había atrevido a participar por el temor que infundaba a todos los ciclistas.
Espoleado por la Federación Atlétiva Vizcaina, El Cojo tomó la determinación de competir en la gran ronda gala. Los rumores sobre la misma, que afirmaban que era una amenaza para los ciclistas, quienes pasaban hambre y sed y padecían múltiples enfermedades no le frenó. Tampoco el espectacular, y casi criminal, recorrido que se había preparado para aquella edición, en la que por primera vez se subirían los grandes puertos pirenaicos: Aspin, Aubisque, Peyresourde, Soulor y Tourmalet). Aquello provocó que una cuarta parte de los inscritos se retirara antes de comenzar la prueba, pero no Vicente Blanco, que terminó de convencerse cuando leyó en los reglamentos de la carrera aquello de "el corredor sale solo a la aventura".
Así que hacia París marchó. Pero claro, como no había dinero, y ya demasiado había sido conseguir el suficiente para la participación, tuvo que hacerlo por su propia cuenta. Y al ciclista no se lo ocurrió otra manera que cubrir el camino entre Bilbao y París en bicicleta, con un zurrón con unos pocos mendrugos de pan y aún menos monedas. 1100 kilómetros a recorrer en cinco días si quería llegar a tiempo. Ahí había comenzado, sin duda, el Tour de Vicente Blanco.
Llegó el día de antes, y un mecánico español le proporcionó una bicicleta más ligera, de 15 kilos, para que pudiera arrancar la competición entre los isolés, aquellos ciclistas que iban solos, sin equipo. Debían buscarse la vida no sólo para terminar las etapas, sino también para comer, alojarse, solventar cualquier problema que les sucediera durante la carrera...
Así que al día siguiente, el 3 de julio, después de dormir mal y amanecer peor, Vicente Blanco se dispuso a afrontar su primera etapa del Tour. Aprovechó la salida para ver a los grandes ciclistas de la época, los Cruppelandt, Faber, Lapize o Garrigou, porque ya no los iba a ver más. Desde el comienzo se le escaparon. El bilbaíno no duró ni una jornada, en un Tour que quedó para la historia por el grito de "¡Asesinos!" que Octave Lapize profirió contra los organizadores cuando coronó Aubisque tras una etapa infernal en los Pirinieos.
Aunque Vicente Blanco no figura en la clasificación de aquella etapa, de París a Roubaix, el español asegura que sí había llegado al final, que había completado los 272 kilómetros. Fuera de control, eso sí. Achacó el fracaso a las averías, al cansancio, a las caídas...pero sobre todo a que "no pude hacer nada contra aquellas fieras bien alimentadas".

Final en soledad

El Cojo decidió regresar nada más terminar su experiencia francesa. Eso sí, en esta ocasión pudo hacer el camino en tren. Y al llegar a Bilbao fue recibido como un auténtico héroe. Aunque nunca más volvió a hablar del Tour, siguió compitiendo en España, adjudicándose diversas pruebas del norte del país, así como una tercera plaza en la primera Volta a Cataluña. Dejó la bicicleta en 1916, y con el dinero que había acumulado se inició en diversos negocios, todos ellos con malos resultados. Su vida terminó un 24 de mayo de 1957, a los 73 años, sólo y arruinado. Su vida, su destino, parecía tener ese final reservado para él. Su grandeza sobre la bicicleta, en cambio, no lo merecía.

Una aclaración
Por aquel entonces se consideraba a Vicente Blanco como el primer español que participó en el Tour de Francia, como en este escrito se ha seguido considerando, y como se aceptó durante casi un siglo. Pero recientemente la investigación de una revista belga con motivo del centenario de la prueba descubrió la figura de José María Javierra. Natural de Jaca, participó en el Tour en 1909 (un año antes, por tanto, que Vicente Blanco), pero nadie fue consciente de que era español. El motivo, porque llevaba desde pequeño en Francia, y participó con otro nombre: Joseph Habière. Cuando era pequeño su padre falleció, y su madre se lo llevó a él y a otros tres hermanos a Oloron, en los Pirinieos franceses, para empezar una nueva vida. Por tanto, Javierre se inscribió en el Tour con la nacionalidad francesa, aunque en realidad no la obtuviera hasta 1915, cuando se enroló a la Legión Extranjera para combatir en la Primera Guerra Mundial. Por lo tanto, cada uno puede interpretar de manera distinta quién fue el primer español que, oficialmente, participó en el Tour, si José María Javierra, o Vicente Blanco.
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