para bajar por el que era el camino de la Desgarraderas, desgarrado ahora por las maquinas que lo están reconvirtiendo en carril, Cintillo, la subida al Cao por los Tajos para darnos cuenta de que la cosa va en serio, apenas se ha movido el marcador de kms y el de las horas vuela, niebla y mas lluvia siguen siendo unas compañeras mas, en la misma proporción risas y compañerismo también están invitados.
es lo que tiene estar en octubre y que fuese el primer día de lluvia de verdad, normalmente mirar recto hacía la cumbre del Reloj ( 1.535m.) y pensar en subir por derecho con lo que ya habiamos pateado tiene que acojonar un poco, hoy no, pues no vemos mas allá de unos metros, arrecia el agua a lo que se le suma el viento conforme ganamos altura, hay que extremar las precauciones en los últimos metros hasta coronar así como con estas difíciles condiciones para atravesar la peligrosa crestería que cruzando la Cañá Seca nos llevaran hasta el Simancón, sus 1.569 metros de altitud lo convertirán en el techo de la jornada.
Sin tiempo a enfriarnos mucho bajada para llegar a la meseta y cruzar los Navazuelos a ratos entre complicados y afiladisimos lapiaces, buscamos el paso entre el Tajo Ladeado o Pico del Pescador y el Pico del Navazuelo para dar vista, en caso de que la hubiera claro, a la cañada de las Presillas, a la que llegamos a la altura del restaurado ( y seco) Pozo del mismo nombre, unos metros arriba el importante cruce de caminos del Puerto de las Presillas, en este giramos a la izquierda hasta poco después de cruzar el portillo del Dornajo cuyo sendero abandonamos por la ladera de la Balsa para llegar a llano del mismo nombre y luego al puerto del Naranjo, ni que decir tiene que a estas alturas todos habiamos probado la dureza del suelo en una o varias ocasiones, por fortuna sin mayores consecuencias. Pero tras llevar un montón de horas pasando sitios espectaculares de repente la naturaleza nos envuelve mas si cabe, rincones donde parece que no ha pasado el verano, donde el musgo, la pana que diriamos en Ubrique, lo tapiza todo y junto a la niebla y el agua parecen transportarnos a lugares propios de cuentos del norte,
un poco de exploración para buscar el Arco Gótico que era lo único que yo no había visitado antes, y aun sabiendo la zona donde está y de llevar el track de uno que se ve que desistió a punto estuvimos de hacerlo nosotros hasta que Pepe dijo " como nos vamos a ir sin verlo" Pablo se encararamó al punto mas alto para otear en busca de un paso que nos llevará a este capricho de la naturaleza ( te dije que lo ponía en el blog ) y con sus indicaciones Luis Pan lo localizó ( la palabra es la palabra, también lo he puesto) y desde luego que valió la pena la busqueda.
Fotos de rigor y a conectar por un canchal con otra maravilla, el Tunel del Horgazal, cuantos rincones esconde esta mi querida sierra del Endrinal, mas retrataduras y a algunos que se le hace un nudo en la garganta al ver el destrepe que hay que hacer para bajar con la caliza chorreando, uno a uno y con cuidado lo salvamos sin percances, eso si, en el resto de la bajada,
los resbalones fueron la constante pero merece la pena el esfuerzo por llegar a la Bañera, este obra de la ingeniería humana, un pilón labrado a mano en un peñasco para recoger el agua de la lluvia con capacidad para mas de 4.000 litros.
Ahora ya si conectamos con el clásico sendero del Puerto del Boyar al Salto del Cabrero, pero mas abajo del cortijo de las Albarradas, donde los propietarios han puesto candados para impedir el paso. Cruzamos el llano y decidimos no asomarnos a la falla del Salto, la poca visibilidad no nos dejaría disfrutarlo, nos queda una hora de camino y no nos sobraría mucho tiempo de luz diurna, el Puerto de Don Fernando nos acerca a Benaocaz cruzando el bonito puente sobre el Pajaruco,
tras llevar todo el día entre pedruscos las piedras de la Calzada Romana nos parecen cesped, llegamos todos enteros 10 horas después de partir, basta decir que corrimos muy poco por el terreno y la climatología pero que pateamos a base de bien y en esas 10 horas recorrimos 30 kms con un desnivel acumulado de 5.000 metros, gracias a los compañeros por seguirme en estos momentos de " enajenación mental transitoria" en los que se me ocurren estas cosas, disculpas a los que les dije que no podían venir, pues mas gente supone mucho mas tiempo y mas riesgos, pero no dudar que las piedras y yo estamos para cuando queráis venir, y nombrar a Ágata que aunque no viniese lo vivió como algo suyo desde el principio.
Pedazo de ruta, lo que vosotros hacéis del tirón, necesitaría 4 o 5 expediciones para hacerla, ese arco gótico me falta por visitar. Enhorabuena
ResponderEliminarPaco, lo importante es estar vivos y salir a ver lo que tenemos en el patio, para visitar el arco se puede hacer muy asequible desde el Boyar, un saludo.
ResponderEliminarUna ruta im-presionante se merece una cronica como la que acabas de narar aun mas im-presionate.Gracias por hacerme partucipe de esta bendita locura
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