Cinco de la madrugada y suena el despertador en la pensión El Americano de Almería, entre bromas se respira la tensión de saber lo que queda por delante, La Carretera de la Muerte se pone en marcha por novena vez, todos tenemos muchos kilómetros en las piernas, muchas carreras y muchas quedadas, pero esta es especial, tiene un sentido humano mucho mas allá que cualquier otra y a ninguno le gusta fallar en una ocasión así. Desde aquel día del año 2007 en que Paco Contreras lo intentara en solitario por primera vez son nueve ediciones ininterrumpidas , Mark Wolley y Paco en todas ellas, Francisco Berben, Javier Hernandez, Juan Fernandez con varias ediciones y yo como novato, los primeros trotes, túneles hacía Aguadulce, momentos de charla y de bromas se entremezclan con otros de silencio, concentración y reflexión sobre el motivo por el que estamos allí, el sentido de la marcha este año es contrario a la desbandá por cuestiones logísticas, el viento de poniente se suma a la fiesta desde el principio y promete que nos acompañará dando de frente hasta el final, no pasa nada, no tenemos derecho a quejarnos como no podían hacerlo hace ochenta años, primer repostaje en apenas cuatro horas de trote, vamos en autosuficiencia sin mas asistencia que lo que podamos comprar por el camino por lo que hay que aprovechar por si tenemos tramos largos sin nada abierto, la apertura de la autovía ha traído algo positivo con la reducción del trafico, pero a la par algo negativo, cierran bares y gasolineras por falta de clientela. La aproximación al Ejido ya nos empieza a poner en nuestro sitio la inalcanzable torre que parece que mientras mas corres mas se aleja, y sabes que la vas a alcanzar, pero la mente juega contigo y llegas a dudarlo, como sería para esa caravana humana, vergüenza de nuestra especie que en demasiadas ocasiones parece de todo menos eso, menos humana, por fin queda atrás y poco a poco volvemos a pegarnos a la costa, atravesando Adra, hay otra constante, cuando recorres largos tramos de carretera ansias llegar a una población pero cuando la cruzas se hacen largas, estiradas sobre la costa con polígonos a la entrada y a la salida, así se van echando kilometros a la espalda que van pesando en las piernas, cada vez se levantan menos los pies del suelo, cada vez son un poco mas largos los tramos de silencio con la mirada al frente, o agachando la cabeza por el azote del viento, nos adentramos en la provincia de Granada, en Aguadulce se nos une Antonio Pozo para acompañarnos hasta Nerja, y cae la noche, arrecia el viento y la historia se repite en la interminable recta que lleva a Salobreña, cuando volvemos a pegarnos al mar, ahora con acantilados es imposible no acordarse de esos miles de refugiados en su propio país, acantilados a la izquierda y a la derecha el mar o mas acantilados convertirían esos tramos en autenticas ratoneras, bombardeados desde el aire, desde tierra y como cuentan los supervivientes también desde los barcos que disparaban a la sierra para que la gente muriese aplastada por los desprendimientos. Seguimos adentrandondos en la madrugada, la hora de los monstruos la llamamos por las fugaces alucinaciones producto del cansancio y el sueño que hace estragos en algunos, la pinacha de un bosquecillo de pinos se convierte en un colchón de lujo para una cabezada de apenas media hora para recuperar algo de ¡fuerzas, pero que también sirve al arrancar de nuevo para darnos cuenta de lo castigado que va el cuerpo, a partir de Almuñecar se suma a la fiesta y sin que nadie la invitara la lluvia, fría y con ganas no nos abandonaria hasta el amanecer, nadie dijo que esto iba a ser fácil, en febrero de 1937 provocó el desbordamiento del rio Guadalfeo, convirtiéndolo en la tumba de muchos niños y mujeres que no pudieron cruzarlo, constantes subidas y bajadas, los acantilados de Maro-Cerro Gordo vuelven a recordar una ratonera, trozos de la carretera antigua parece que traen a nuestra retinas imágenes de lo que fue aquello, bajo nosotros el asfalto en buen estado, buenos zapatos, ellos cuentan que iban por gravilla que rompia los suyos y se vendaban los pies con trapos para protegerlos. En Nerja se suman Antonio y Paco Contreras padre ( Super Paco) para los últimos cincuenta kilómetros, también Elías, Mónica y Elena que nos dará, ahora si, asistencia con el coche, y duele vaya que si duelen los kilómetros, aparecen las ampollas y las lesiones, pero nadie dice la palabra abandono, el viento aprieta y las piernas duelen, pues se baja el ritmo, nadie nos va a cerrar un control de meta, lo importante es llegar, intentar que lleguemos todos sea a la hora que sea, Rincón de la Victoria con su ambiente te hace creer que ya estas, pero es mentira ya los kilómetros miden mucho mas de mil metros, anochece por segunda vez cuando cruzamos los túneles de la Cala del Moral, donde Paco me cuenta cuando pasaba el tren, en sus paredes marcas del bombardeo, se aproxima el final vas deseando llegar, descansar y que se pasan los dolores, pero en un rinconcito del corazón da pena que se termine esta aventura, esta experiencia brutal en todos los sentidos que seguro nos marca un poco mas para siempre, por poner aunque sea una pequeña porción de un pequeño grano de arena para que esta barbarie, no caiga en el olvido, esta sinrazón que por desgracia hoy, ochenta años mas tarde se sigue produciendo en muchos lugares del mundo, en mi caso, las últimas zancadas, los últimos recuerdos van para mis abuelos, para mis padres y tantísimos familiares víctimas de esa maldita guerra fratricida.
P.D, Entre todo esto también muchas bromas, risa y chistes, malos,pero al fin y al cabo chistes jejeje.
P.D. GRACIAS 1 a mis compañeros, sois grandes y me considero un privilegiado por formar parte de esto,
GRACIAS 2 a todos los que nos habéis acompañado, dado asistencia y ánimos, sois muy importantes también.
GRACIAS 3 a mi familia que me permite hacer estas y tantas cosas, os quiero.
Enhorabuena Pedro a ti y tus compañeros, me ha emocionado, como describes el sufrimiento y el conformismo por como otros lo hicieron por una necesidad vital e ideológica.
ResponderEliminarEnhorabuena a ti y a la pandilla.
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