I campo a traves de Cortes de la Frontera

Semana posterior al campeonato que debía ser de regeneración, con rodajes al propio gusto y las circunstancias han querido que el propio disgusto sea que no puedo entrenar de lunes a viernes,
por lo que supuse que mi entrenador recomendaría hacer todos los entrenos juntos, ¿ o no será eso lo que recomiendan los manuales de entrenamiento?.
De esta manera me presento a las 8h 30m del sábado en la plaza de la estrella ( en Ubrique), voy con la idea de ir al puerto de galis, máximo a la sauceda, 70kms, para mi sorpresa solo estan Curro y Pepe Martín, que me convencen para acompañarlos a dar la vuelta por las abiertas,la subida a la harda y el puerto galis, en su descargo decir que me dijeron que fuese con ellos, les dije " illo, que mañana corro en Cortes", y seguidamente " quien dijo mieo, estando el hospital ahí al lao".
Redondeando 100 kms, salimos como se sale de Ubrique, es decir subiendo, vamos dirección Arcos rodando a relevos para girar a la izquierda en la mesa del jardín, camino de la venta de la perdiz nos percatamos de que se empieza a mover el levante que anunciaban, y en este nuevo giro a la izquierda, km 37 aproximadamente nos pega de frente, cada vez mas fuerte para no abandonarnos en el resto de la jornada, por lo que mis intenciones de no desgastarme
se esfuman por momentos, una vez mas se demuestra lo que dicen, que el ciclismo es el deporte que todo da por culo, trafico, malas carreteras, lluvia...........menos el viento que siempre da de frente. Llegamos a subir la harda, el sitio que mas pega el levante del mundo, tarifa una agradable brisa a su lado, coronamos arriba y aunque no me flaquean las fuerzas, los cuadriceps empiezan a dar avisos y quedan 30 kms, menos mal que los conozco y se que puedo ignorarlos hasta llegar, a partir de ahí un poco mas resguardados, termino con la sensación de llegar justo, con hambre y con los cuadriceps diciendo que que pasa con mi rollo.
La tarde del sábado para recuperar la dedico a desmontar y montar armarios, por lo que llego a la noche con un dolor de patas importante. En ningún momento dudo de participar en el cross de Cortes de la Frontera, aunque mi idea inicial es ir y volver en bici, para acumular otros 60 kms e ir centrándome ya en el duatlon, el fuerte viento me hace dudar al acostarme, pero me levanto y ni me lo planteo, cojo la bici y tiro parriba. La misma historia, la dirección a llevar es al este, por lo que me pega de lleno todo el tiempo, impidiéndome ir cómodo para minimizar ls daños colaterales para el cross. Al ir a recojer el dorsal veo a Carito que esta por allí, seguro que remordiendose por no poder correr, desearle una pronta recuperación de su lesión y que siga adelante con los proyectos. Cambio de ropa y a calentar con tiempo, y con tanto, ya que la salida se retrasa media hora y fueron 40 minutos trotando, del circuito decir que le han echado imaginación para sacarlo pegado al campo de fútbol, por un parque y una ladera complicada, doscientos metros casi llanos por cemento, salida al campo por una pequeña subida, una bajada escalonada, difícil por los cambios de inclinación y la deformidad del suelo para afrontar la subida dura, unos 50 metros de pared y continuación picando otros 100 metros para entrar en el parque, donde la dificultad radica en los numerosos giros, para teminar por el cemento donde se salia y otra subida hasta la puerta del campo de fútbol, donde solo se entra para ir a meta, 1800 metros de circuito donde dimos tres vueltas. Tenía buenas sensaciones en el calentamiento y efectivamente en la primera buen ritmo, pero mediada la segunda, al llegar a la subida fuerte me preguntaron los cuadriceps si me acordaba de ayer, y efectivamente si, me acorde bien, a punto estuvo de darme un tirón simultaneo en las dos piernas, por lo que tocaba no forzar mucho en las subidas, ya que en el plano, no incordiaban mucho. De esta manera llegada a meta, para concluir el quinto cross en seis semanas, solo ha impedido el pleno el temporal el día de Ronda. Otro buen rato de trote, con lo que sumando salió mas de hora quince. Ahi que ver lo bueno que puede estar un bocadillo de salchichón, agradecido a la organización por el detalle de darlo junto a unos pastelitos. La vuelta esta vez si, viento a favor, por lo que voy cómodo y casi con ganas de mas.