SI NO SE PUEDE CORRER, SE ANDA

ANTONIO, VIGÍA DEL ESTRECHO DE GIBRALTAR

A la espera de visitar mañana al traumatólogo este fin de semana he aprovechado para hacer dos pateos, el domingo en Ubrique subida al pto. del mojón de la víbora, entre subir bajar y luego volver hasta el puente de barria con mi mujer cayeron 15 kms, demasiado para mi pierna que se quejaba pero yo ni caso. Esta carretera tiene que ser unas de las de mayor índice de masificación deportiva del mundo mundial, incluyendo desde los mayores que van a bajarse el colesterol, a perder peso o mantener el tono muscular, ahi lleva mi madre paseando por lo menos 25 años fallando solo por causa de fuerza mayor (ya quisieramos algunos esa regularidad) los que se inician en el correr llegando cada vez un poco mas lejos, cosa nada fácil pues aunque allí le llamamos llanear, de plano ni un metro, los ciclistas, novatos ganándole metros a la cuesta hasta coronar el pto del mojón de la víbora, jartibles que hacen de la ruta al pto galís cita obligada semana tras semana, y tantas salidas largas que van y vuelven por ese camino, por cierto ya no veo al canuto ir y venir con la bici............

LOS CUATRO CAMINANTES

El lunes festivo y cuando ya parecía que se escapaba sin que hiciésemos nada (aparte de una mudanza por la mañana) terminamos de almorzar y para bajar el pollo asado que mejor que subir al castillo de Montemayor en Benahavís, Andrea en esta ocasión fue la que nos animó a ir, cosa que me alegra, mi cuñao Antonio al que le dimos un trotecillo bueno y yo mismo llegamos al piso de Toni que se unió a la expedición y desde allí mismo comenzamos, caminos que ya van siendo conocidos y que fuimos variando para explorar el terreno nos llevaron a la cima, hay que ver los moros donde ponían la fortaleza, arriba un rato para observar la que puede ser una de las mejores vistas de la zona, foto de rigor y vuelta atrás cojiendo caminos alternativos. Me sirvió de banco de prueba para la función de introducir los tracks de la ruta en el garmin 305, y luego seguir el camino que marca el reloj , o no hacerle caso pero ver por donde marchas respecto al itinerario marcado y aunque me costó cogerle el puntillo me gustó, pues te avisa claramente cuando te desvías, sabes la distancia que te queda a destino y ves donde estas situado en un perfil de la ruta, pienso sacarle provecho en algunas rutas que tengo previstas y no conozco o hace siglos que no realizo.
ANDREA ENTRANDO AL CASTILLO